Inventario de bodegas y lagares de Fuentespina y Vadocondes
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Por Pedro Félix García García | Marzo 20, 2017 - 8:45 am - Publicado en Viña y fogón
Pedro Félix García. No sólo en Aranda hay bodegas. También las hay -y muchas- en otras localidades de alrededor. Las de Fuentespina alcanzan casi la mitad de kilómetros que las de Aranda, y las de Vadocondes representan alrededor de la tercera parte de la longitud de las arandinas.
Las bodegas subterráneas constituyen una muy conocida seña de identidad indiscutible para la inmensa mayoría de las localidades ribereñas. Sabemos que Aranda de Duero cuenta -al menos- con un total de 7 kilómetros de galerías subterráneas bajo el suelo de su casco histórico.
Apenas nada se sabía de la extensión y estado
En comparación con el mucho menor tamaño de estos citados municipios con el de la capital de la Ribera, sorprende saber que la cercana localidad de Vadocondes cuenta nada menos que con dos kilómetros y medio de galerías subterráneas; y Fuentespina con 3,2 kilómetros. En todos los casos es bastante probable que hayan sido mayores las longitudes reales de las galerías horadadas, pues buena parte de las mismas han quedado cegadas para siempre de modo permanente con el paso del tiempo y el abandono. El cálculo de la longitud aproximada de la red de bodegas arandinas se basa principalmente en los datos conocidos de las producciones de vino almacenadas en determinados siglos pasados. En el caso de Fuentespina y Vadocondes las cifras aquí facilitadas están extraídas de los estudios de campo realizados in situ por Alfredo Sanz durante estos tres últimos años.
Ahora que sabemos la largura de las galerías subterráneas de las bodegas de Vadocondes y Fuentespina -pueblos al fin y al cabo muy pequeños en comparación con la capital de la Ribera-, casi se nos antoja escasa la longitud atribuida a las bodegas de Aranda…
Alfredo Sanz primeramente elaboró en 2015 el estudio inventariado de las bodegas y lagares de Fuentespina y, ahora en estos comienzos de 2017, acaba de finalizar el correspondiente a Vadocondes referido a este tipo de antigua y tradicional ‘arquitectura del vino’.
Así como el estudio de 2015 sobre las bodegas y lagares de Fuentespina fue sufragado únicamente a expensas de las arcas municipales de su Ayuntamiento, en
Los estudios inventariados sobre las bodegas y lagares de Fuentespina y Vadocondes, son multidisciplinares, abarcando análisis históricos, arquitectónicos, etnográficos, geológicos y urbanísticos.
Bodegas
A diferencia de las de Aranda, que se hallan bajo su propio casco urbano, las bodegas de Fuentespina y Vadocondes se construyeron fuera del mismo, aprovechando los desniveles naturales del terreno que ofrecían colinas próximas. Mientras las bodegas de Fuentespina están enclavadas bastante cerca del núcleo habitado, en cambio las de Vadocondes están más alejadas, aproximadamente a un kilómetro de distancia de la población, al sur de la misma.
En el inventario topográfico de Alfredo Sanz, en Fuentespina constan catalogadas 128 bodegas, de las que 114 se encuentran accesibles y 14 inaccesibles.
En Vadocondes han sido catalogadas 78 bodegas, de las que 60 continúan actualmente accesibles y 18 inaccesibles. En buen estado están 28, en estado regular hay 14, se observan desprendimientos parciales en 11 y graves en 8, mientras que 18 bodegas ya se han hundido por completo.
A diferencia de en Vadocondes, donde el trazado de las galerías subterráneas transcurre preferentemente de manera paralela y casi al mismo nivel, por el contrario el trazado de las bodegas de Fuentespina superpone frecuentemente unas galerías sobre otras, hasta en cuatro
Los planos topográficos elaborados por nuestro joven arquitecto reflejan claramente todos estos pormenores, siendo fácil su
Cerceras o zarceras
En Fuentespina hay catalogadas 115 zarceras y 98 en Vadocondes. Hay que aclarar que, a los remates superiores de piedra y argamasa de los respiraderos de las bodegas subterráneas, en unos pueblos se les llama ‘zarceras’ y en otros ‘cerceras’ -caso de Fuentespina-, por su origen etimológico que hace alusión a su exposición al viento del norte o cierzo. Se les llame como se les llame, -las cerceras o zarceras- sin duda forman un conjunto muy pintoresco y característico como reclamo visual sobre la ladera de la colina sobre la que se hallan diseminadas.
Lagares
En Vadocondes ha sido posible inventariar un total de 116 lagares; 42 de ellos simples, 24
A este respecto merece conocerse el hecho de que Alfredo Sanz ha estado las tres o cuatro últimas campañas trabajando en uno de esos lagares vadocondinos que todavía se usan regularmente, y de ahí ha venido la relación de este arquitecto con los responsables del Ayuntamiento de Vadocondes, hasta concretarse finalmente el acuerdo de elaborar el inventario de bodegas y lagares de esta localidad ribereña, que se ha visto felizmente materializado en fechas recientes.
En Vadocondes no se ha dado el caso -que se sepa- de la existencia de lagares subterráneos; al revés sucede en Fuentespina, donde sí consta que existieron diez, además de otros 65 en superficie. Al contrario que en Vadocondes, el estado de los lagares de Fuentespina, en general, es de deterioro muy avanzado, aunque hasta hace cosa de cinco años todavía uno de ellos se mantuvo en funcionamiento.
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