La crisis y el calor marcan una vendimia con 200 millones de kilos de uva sana
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La Denominación de Origen Rueda está a punto de concluir la recogida de racimos y se une en la comunidad autónoma a las zonas de Cebreros y Sierra de Salamanca.
JAVIER PÉREZ / ASUN SOLÍS VALLADOLID
Las fuertes temperaturas aceleraron la maduración de las uvas, pero gracias a la templanza y a las ligeras lluvias de las dos últimas semanas, el grueso del viñedo del Duero se encuentra en plena recogida de una uva muy sana. Cebreros y Sierra de Salamanca cierran lagares, y la DO Rueda, a falta de un 2%. Para algunos estamos en una campaña 'de libro', a pesar de registrarse índices más bajos de acidez. Color, aroma, polifenoles, taninos y los parámetros de alcohol y acidez garantizan la elaboración de vinos jóvenes y de tintos con capacidad para el envejecimiento. En general, una vendimia con una sanidad que pocas cosechas consigue alcanzar.
Consejos reguladores, viticultores y bodegueros coinciden en una estimación general similar al pasado año, que equilibra las medias naturales de la década. Salvo sustos de última hora (lluvias torrenciales y frío excesivo, improbables a juzgar por las halagüeñas previsiones meteorológicas) se estima una producción en torno a los 200 millones de kilos de uva de calidad, aunque los datos, por ahora, se sitúen en 190 millones de kilo, si se tienen en cuentan las partidas que no han entrado en los consejos.
La sanidad es buena para todos, tanto para las denominaciones de origen como para las zonas de vinos no amparadas.
Menos inversiones
Un año en el que la crisis económica planea en la viña, con precios bajos de la uva y dificultades para colocarla por parte de muchos viticultores. Las bodegas han frenado la demanda de uva ante la situación de un mercado más apagado.
También las inversiones han registrado un fuerte frenazo en esta campaña. Tan sólo han abierto seis nuevas bodegas, cinco de ellas en la DO Ribera del Duero (en La Horra, Peñafiel, Fuentespina, Castrillo de la Vega y Vadocondes) y la otra en la DO Toro. Se frenaron las alegrías de años atrás con hasta 40 nuevos lagares en cada cosecha. En 2008 abrieron 15, de ellos diez en Ribera.
Este año, 559 bodegas elaboradoras afrontan la recogida de la uva, el 90% inscritas en consejos reguladores. Pero el ambiente de la vendimia de 2009 no puede ser mejor. Las bodegas reciben la uva sin acelerones, por lo que en un par de semanas la vendimia iniciará la recta final. La buena calidad de la uva ha ralentizado la fiebre de las mesas de selección en la entrada de los lagares, debido precisamente a la magnífica calidad en los majuelos. La mecanización se ha centrado en las espalderas blancas de todos los años y en las variedades tintas de las grandes plantaciones sin que se hayan registrado las prisas por la amenaza de agua o aparición de enfermedades. Una vendimia tranquila y sana, en la que la vendimia mecanizada ha contado con 40 tractores zancudos que han recolectado la uvas de alrededor de 12.000 hectáreas en toda la región.
Hasta ayer, la recolección de la uva ya se había generalizado en toda la comunidad, salvo en la DO Arlanza (Burgos y Palencia) que abrirá sus tolvas la próxima semana; en el norte de Burgos y el Cerrato palentino, donde la ausencia de denominaciones no ha hecho desaparecer un contingente de viticultores y pequeñas bodegas familiares que se resisten a perder sus viñas.
Los controles de vendimia están estos días en manos de 384 inspectores técnicos que han hecho cumplir las normativas. Los vendimiadores han encontrado hueco con tiempo, pues se han cumplido las fechas de vendimia y las cuadrillas ya estaban contratadas. Los sueldos por cada jornada de vendimia han rondado los 50 y 60 euros en las denominaciones de origen. En algunos casos, los cargadores han cobrado 70 euros.
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