¿Cómo tocar un monumental órgano de hace 200 años? Un pueblo de Burgos organiza un curso para explicarlo
Vadocondes quiere formar a organistas de otros municipios para impulsar la música sacra en las iglesias
Vadocondes es un pueblo burgalés de poco más de 350 habitantes que comenzó a ocupar los titulares de diversos medios de comunicación cuando, hace algo más de un año, sus vecinos se propusieron recuperar la joya de su iglesia parroquial: el magnífico órgano. Estaban a punto de cumplirse los 200 años de la llegada del instrumento a la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, pero este llevaba mudo más de tres décadas. Así que los parroquianos llamaron a las puertas de la asociación Hispania Nostra para lanzar conjuntamente una campaña de micro mecenazgo que cumplió su objetivo con creces: en un mes recaudaron casi 37.000 euros, el triple del objetivo propuesto y más de la mitad del presupuesto necesario para que el colosal instrumento sonara como en el día de su estreno.

El extraordinario órgano de Vadocondes, durante su restauración
Entre el 23 y el 25 de julio, la parroquia y el arzobispado han organizado el Aula de Órgano de Verano, y buscan «estudiantes de órgano y piano, investigadores y personas con conocimientos musicales que preferentemente vivan habitualmente en pueblos poseedores de órgano y estén dispuestos a cuidarlo y usarlo debidamente». En esto, los vecinos de Vadocondes tienen mucho que aportar, así como el organista Jesús Gonzalo López, el profesor encargado del Aula, con una trayectoria de casi cuatro décadas en docencia, asesoramiento y difusión del órgano ibérico. El organista e investigador será además el protagonista del concierto didáctico que tendrá lugar en la noche del último día del curso, en el que se presentará al público el instrumento restaurado. De todas maneras, los organizadores están abiertos a recibir en el curso «a todo aquel que tenga interés por ampliar sus conocimientos en la materia, de sumergirse en el fantástico mundo del órgano y su música, de entender su construcción e historia, abrazando por ello diferentes disciplinas musicales».

La curiosa firma que reconoce al creador del instrumento
El arzobispado de Burgos ha subrayado la importancia de este tipo de iniciativas: «Jesús Gonzalo López destaca el valor simbólico y espiritual del instrumento y de la música que emana de él». «En sus palabras, 'la finalidad de la obra de arte, el órgano, trasciende lo tangible, lo material, y su creación atiende a un cometido que nos habla de la relación del hombre con Dios y el medio utilizado tradicionalmente para ella en la Iglesia católica: la belleza'», prosigue. «La música de órgano se suma a los ornamentos sagrados, a las luminarias, a la luz y el color de retablos, cuadros y tallas, a la brillante oratoria y a tantos etcéteras, para ofrecer al cielo los mejores frutos de la tierra», concluye.
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