Burgos quiere restaurar sus templos con las propuestas de los sacerdotes y las asociaciones vecinales
La archidiócesis de Burgos tiene más de 1.000 parroquias y, en total, más de 1.800 templos, pues cuenta además con una cantidad importante de ermitas e iglesias sin comunidad desperdigadas por su área rural. 80 de ellos están declarados de interés cultural. No obstante, el creciente fenómeno de la despoblación está dificultando su mantenimiento. «Cada vez hay menos personas en los pueblos y menos sacerdotes. Si algún municipio puede representar lo que es la España Vacaida, sin duda está en Castilla y León», nos comenta al otro lado del teléfono Mariola Rilova, ecónoma de la archidiócesis de Burgos.
Este mismo jueves ella misma ha presentado una nueva edición de la Campaña Protemplos junto a Carlos Izquierdo —el vicario general de la archidiócesis— y Mariano Giménez —miembro de la Junta Parroquial de Vadocondes, un pueblo especialmente movilizado que es ejemplo de cómo cuida su patrimonio a pesar de tener solo 363 habitantes—.
Bajo el lema Dona hoy. Por tus templos, por tu pueblo, esta iniciativa activa desde 2006 propone una colecta extraordinaria en la archidiócesis el próximo 10 de agosto. Ya sea con un sobre en el cestillo o digitalmente a través de www.donoamiiglesia.es. Con lo recaudado, «se planea hacer un fondo común y distribuir ayudas que se priorizan en función de la urgencia y necesidad económica» para restaurar aquellas iglesias que están sufriendo desperfectos. En el fondo, es un mecanismo de redistribución, pues se espera una mayor aportación por parte de las parroquias más multitudinarias —también las de la capital de la provincia— que encauzar hacia pequeñas iglesias que solo abren unos pocos días al año y a las que la humedad han afectado de manera severa a sus tejados, cubiertas, muros y cimientos.
Rilova subraya «la solidaridad entre los propios sacerdotes» como uno de los motores de la Campaña Protemplos, pues muchos de ellos han servido en distintos municipios y conocen las capacidades y necesidades de cada uno para poder priorizar a los más frágiles. Ellos serán la mitad de los encargados que propongan a la Comisión de Patrimonio Cultural de la archidiócesis las obras que acometer. Pero hay otro actor más. «A veces es la comunidad la que dice que necesita arreglar el templo». O las asociaciones vecinales que normalmente se reúnen en torno al ver del pueblo y que, estén formadas por personas creyentes o no, están concienciadas con la conservación del patrimonio.
Las ayudas que podrá conceder la archidiócesis podrán llegar como máximo hasta los 5.000 euros para los proyectos más grandes con un presupuesto mayor a los 10.000. Aunque también podrán conceder sumas mucho más menores a proyectos más modestos. Y Mariola Rilova recuerda «a las personas fiscales que las donaciones de hasta 250 euros tienen una deducción del 80 %». Por lo que, «si la declaración de la renta te va a salir a pagar, quizá lo haces más gustosamente sosteniendo la iglesia de tu pueblo».
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